Creo
que la ciencia, lo que conocemos como ciencia, utiliza experimentos para
demostrar o validar su existencia, en cuanto a que no puedan ser demostrables
simplemente no cabe en su ámbito de la realidad; la ciencia ficción a mi
parecer, se basa en la fantasía real de su percepción para complementar su
razón de ser y se cobija o se abriga por medio del lenguaje, indiferentemente
de la estética que decida profesar. La filosofía o filosofías; hablan del amor
a la sabiduría y veo que predican sus teorías, sus verdades, sus realidades,
por todos los vientos; adentrándose en mundos cada vez más profundos para el
saber de la especie, puede que sean oscuros o claros eso no importa, el amor a
la verdad hace que el hombre indague, revuelva, escudriñe, vuelva, borre,
dibuje, pinte, rompa, coma, y se alimente diariamente de las realidades que
destiñen la apariencia, que aparentemente no nos deja acercarnos a la verdad;
pero debemos tener en cuenta que la verdad es una mujer, no nos importa si es
bella o fea, simplemente es y por lo tanto quiere que se le conquiste, ama
únicamente a los hombres que la puedan enamorar. Quiero decir qué la verdad es
la mentira, eso lo sabe la realidad de mis labios, quiero decir qué; la
filosofía, para validar su existencia debe vivirse a diario cómo si viviésemos
con un verdugo y un juez constantemente;
de lo contrario no dejaría de ser otra cosa más de las que se dictan en las
aulas de los colegios o universidades, en las que tú pagas un dinero
"¡mucho o poco! y te dan una información resumida-comprimida o extendida
de aquél pensador o personaje de moda capciosamente prolongado por el mundo modernamente
contemporáneo, también puede ser que compres una cerveza y si juntas varias
tapas te darán un título, o puedes elegir comprar un paquete de papas fritas y
te sale un premio, y de "ñapa" el magíster en filosofía.
En
la teología; algunas personas hablan de algo más allá del acá; un ser o un ente
fuera de nuestro cuerpo, algún
responsable de nuestra angustia o alegría y para comprobar su sensatez
existente, lo demuestran con la frase: "es que eso se siente," a
decir verdad; no sé si se siente en los bolsillos o en el cuerpo, en el pecho,
en la cabeza o en el hígado… no lo sé; si han decido en muchos casos maldecir
al cuerpo, hasta llegar al punto de crucificarlo por amor o por miedo al
pecado, miedo y amor que nace del mismo cuerpo y beber la sangre redentora que
fluye únicamente en él, no lo sé; pero lo demuestran, con sus ojos retorcidos,
con sus salivas galardonadas o sus fabulas marchitas, pero lo demuestran.
En
el dibujo…el
madrugar, el no dormir, el hambre, el frío, el sueño, el dolor, la felicidad,
la filosofía, la ciencia, las ciencias, la teología, los dioses, el dios, los
demonios, los ángeles, otra vez; el hambre, el hombre…¿acaso
estoy hambriento? y si es así ¿hambriento de qué…?El
blanco y el negro; unidos por un mismo rojo que se desprende del azul, del
amarillo, del color madurado sobre la tierra y aun así se tiene que escribir,
destruir, desdibujar, romper, desechar, invertir, linear, delinear, borrar,
difuminar, soñar que me despierto, oír sin escuchar, mirar… bien; y todo esto
¿para qué? ¿para demostrarle a quién o a qué? ¿para refutar o desmentirle a
quién? ¿a algún dios? ¿a algún científico? ¿a algún filósofo?Me
han dicho que no es necesario dibujar porque ya tengo el dibujo en mi cuerpo,
en mis manos, en las líneas de mis huellas digitales, en mis ojos, en mis
labios, en el aire, en el agua, en el fuego; y ¿qué? … ¿que? … ¿con qué? …
¿para qué?En
la política no me es licito hablar, mucho menos pensar.
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